Durante la Navidad las confiterías de todo el mundo se llenan de dulces maravillosos: chocolates , galletas, mazapanes, panes, suspiros, caramelos, colman sus vitrinas y anaqueles.
Mi herencia paterna me recuerda especialmente la gran variedad de turrones españoles y de dulces hechos con almendra como los pasteles gloria, que son verdadero deleite para nuestro paladar.
Mi querida tía Ritona, la repostera de la familia, mi maestra de la que he aprendido mucho de lo que sé de dulces y panadería, me enseñó esta receta tan caraqueña. Es la receta familiar que ella aprendió de su mamá, mi abuela Trina Guerra de Moser.
Esta es una preparación muy tradicional de la dulcería venezolana que no podía faltar en nuestras piñatas o meriendas infantiles. Nunca ha pasado de moda como suele suceder con algunas recetas sobretodo de repostería. La utilizamos siempre, como una tradición, en todas nuestras celebraciones familiares de bodas, bautizos o cumpleaños.
En Navidad me gusta prepararla dándole forma de estrellas. También quedan muy bonitas en forma de corazones.
NOTA: se conservan muy bien en latas o frascos de vidrio bien cerrados.
La Navidad: el tiempo más bonito y esperado del año.
Mis Navidades infantiles, fueron muy felices por eso creo que todavía me gustan tanto. Nuestras tradiciones venezolanas incluyen en primer lugar la colocación del nacimiento o pesebre y también del arbolito para colocar los regalos de todos que serán abiertos la mañana de Navidad. El sonido de los aguinaldos (música tradicional) nos acompaña durante todo el mes de diciembre.
En la cocina, los fogones están encendidos para elaborar nuestro plato estrella “la hallaca”.
Cada familia tiene su receta y la considera única e insuperable por eso el dicho “la mejor hallaca es la de mi mama”. Es un alegre trabajo en equipo, en el cual todos ayudan. Grandes y pequeños nos repartimos las diferentes tareas. ¡ Mucho trabajo si!! pero recompensado con creces. Complementan nuestro plato navideño el pan de jamón, el pernil de cochino (cerdo) y la ensalada de gallina.
Pongamos nuestra mesa bonita para la cenas del 24 y del 31, llenémosla de detalles hermosos y sintámonos felices de recibir a nuestra familia y amigos, especialmente a nuestros hijos y nietos. Si tenemos niños en la familia consintámoslos muuucho. La Navidad es especialmente para ellos.
¡Tiempo de esperanza y de ilusiones!
¡Disfrutemos!